La prevalencia mundial de niños diagnosticados con alergias alimentarias es de 6 a 8 por ciento y en crecimiento. En la actualidad un gran porcentaje de padres con niños con alergias severas no pueden llevar a sus hijos a la escuela a no ser que sea una escuela de atención especial, lo cual probablemente sea inaccesible para la mayoría. Comenzar en una nueva escuela puede ser una experiencia muy desalentadora tanto para el niño como para los padres.
En términos de inclusión social esta triste realidad es arcaica y retrógrada y no es compatible por lo que requiere ser atendida y rectificada por las autoridades.
Tener confianza en la capacidad de la escuela para atender eficazmente a su hijo y su alergia puede contribuir en gran medida a que el estudiante y sus padres se sientan más preparados para septiembre.
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